A pocos kilómetros del pueblo de Artá, en la parte norte-este de Mallorca, zona donde aún no llegan los ruidos de la cuidad y a tan solo 10 kilómetros de las bonitas playas de Colonia San Pere y del paraíso de Son Serra de Marina, disponemos de esta preciosa finca rústica con licencia vacacional permanente para 12 personas.
Por cómodo camino asfaltado entre cultivos de olivos y de parras, se llega al fértil terreno, que dispone de más de 40.000 m2, totalmente vallado con preciosa pared de piedra mallorquina y con acceso por dos entradas, ambas por grandes vallas automáticas, que nos llevan hasta la entrada principal por caminos de altas palmeras, donde en el año 2010 se construyó esta propiedad que dispone de más de 600 m2 construidos, con piscina para mayores y para niños.
En el terreno hay una plantación de más de 1.300 olivos, regados con agua de pozo privados, que cada año producen una discreta cantidad de aceite.
La vivienda se distribuye en 2 plantas y cuenta con 8 amplias habitaciones dobles todas exteriores, todas con baño en suite, 4 luminosos salones y 3 cocinas independientes (solo una en funcionamiento).
El salón principal con chimenea tiene varias salidas a la terraza-solárium con gran piscina para poder disfrutar del calor del verano.
En la parte de abajo de la piscina se encuentra un gran garaje, con sitio para muchos coches o para hacer un gym o una bodega de vinos.
Cuenta con placas solares que suministran energía, pozo de agua privado legal.
aprox 1.300 árboles de olivo cultivados en el terreno, gran piscina, licencia turística permanente para 12 personas.
Es una ocasión ideal para disfrutar de la verdadera vida rural de Mallorca, sin privarse del lujo de una casa que dispone de todos las comodidades, con un añadido de que se puede explotar como negocio, alquilándola vacacionalmente.